Un tsunami es una serie de olas gigantes del océano, ocasionada por terremotos, deslizamientos de tierra submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra costeros.
Estas olas pueden alcanzar alturas de varios metros y viajar a grandes velocidades, causando destrucción y daños a las costas. Las catástrofes causadas por tsunamis son particularmente graves debido a la gran cantidad de daños materiales y humanos que pueden provocar.
Los tsunamis también tienen el potencial de causar erosión costera, inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que aumenta el riesgo de daños a la infraestructura y a las vidas humanas. Por esta razón, es importante prepararse para los desastres naturales, especialmente los tsunamis, para reducir el riesgo de daños
En el pasado, el término se refería a las olas creadas por huracanes y tormentas que pueden viajar tierra adentro, pero siguen siendo olas superficiales generadas por el viento. Tampoco debe confundirse con los maremotos conocidos como agujeros. Este es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque se pueden generar fuertes corrientes en algunos lugares estrechos y escarpados.
La mayoría de los tsunamis son causados por grandes terremotos debajo de la superficie del agua. Para que ocurra un tsunami, el fondo del océano debe moverse repentinamente verticalmente, arrojando grandes volúmenes de agua fuera del equilibrio normal. A medida que este cuerpo de agua intenta restablecer el equilibrio, crea olas. El tamaño dependerá de la cantidad de deformación vertical del lecho marino, así como de otros parámetros como la profundidad del lecho marino.