Nosotros, ratas de laboratorio.
Estamos expuestos de manera frecuente a productos químicos peligrosos a través del uso de plástico. Investigamos por qué, a pesar de décadas de advertencias de los científicos sobre posibles efectos nocivos para la salud. Los investigadores daneses han producido algunas de las investigaciones científicas más avanzadas sobre los efectos negativos del plástico para la salud.
El sistema reproductivo femenino se ve afectado por los disruptores endocrinos, según un estudio danés reciente. Demuestra que las ratas hembra expuestas a disruptores endocrinos durante el desarrollo temprano tienen menos óvulos en sus ovarios y corren el riesgo de perder su capacidad de reproducción a una edad más temprana. El plástico daña el conteo de espermatozoides de los hombres, como lo saben los investigadores desde hace algún tiempo. ¿Somos participantes involuntarios de un experimento masivo que pone en peligro la salud de millones de personas, quizás incluso de la humanidad en su conjunto?
Ha habido un aumento en algunas enfermedades y trastornos a medida que el plástico se ha vuelto más frecuente en nuestras vidas. En el pasado, una de cada 20 mujeres recibía un diagnóstico de cáncer de mama; hoy, ese número es uno de cada ocho. En los últimos 50 años, la calidad del esperma de los hombres ha disminuido a la mitad y el trastorno por déficit de atención tanto en niños como en adultos está aumentando a un ritmo alarmante.
El documental Nosotros, ratas de laboratorio examina las experiencias del día a día de quienes padecen estas enfermedades a través de testimonios de científicos e investigadores. Los productos químicos, incluidos los del plástico, pueden alterar las hormonas naturales. La etapa fetal es cuando pueden ocurrir muchos efectos nocivos para la salud, según los experimentos con animales.
Cada vez más parejas tienen problemas para quedar embarazadas, más mujeres desarrollan cáncer de mama y la prevalencia del trastorno por déficit de atención está aumentando. Es de conocimiento común que los químicos que se encuentran en los plásticos, por ejemplo, pueden cambiar nuestras hormonas.
Nosotros, ratas de laboratorio
