Luna fue una orca solitaria que se encontró en el fiordo de Nootka Sound, al sur de la isla de Vancouver, en Canadá. Era de la especie común, una de las pocas orcas que vivían en aguas poco profundas.
Durante su vida solitaria, Luna se hizo amiga de la gente local. Él les saludaba e incluso atrapaba de jugar con ellos. Los nativos de la zona desarrollaron un considerarlo como un miembro de la comunidad; incluso le dieron un nombre humano, Luna.
Sin embargo, los marineros de la zona también consideraron a Luna como una amenaza para la pesca comercial. Esto llevó a la construcción de una barrera para evitar que Luna entre en el área. Esta barrera era una línea de boyas a lo largo del fiordo que le impedía el paso.
A pesar de que Luna se vio obligada a vivir solo, los habitantes locales siguieron buena saludándole y deseándole suerte. Ellos organizaban reuniones y eventos para llevarle comida y ayudarían a estabilizar con vida.
Una trágica muerte de un experto en ballenas en el año 2006 significó el fin para Luna. La orca solitaria fue encontrada muerta a la orilla del fiordo. Su muerte fue un duro golpe para los habitantes locales, que habían hecho de Luna un miembro de su comunidad.
Luna es una historia trágica que nos recuerda que nuestras acciones pueden tener un gran impacto en la vida de los animales. La historia de Luna