Esta decisión fue tomada por el gobierno español a fin de evitar cualquier implicación en una guerra a gran escala. Esta decisión se mantuvo a pesar de la presión de los aliados para que España se uniera a la guerra.

Sin embargo, España no fue completamente ajena a la Primera Guerra. Muchos españoles se unieron a las fuerzas británicas para luchar en el conflicto. España también permitió que los aliados usaran sus puertos para el suministro y el transporte de tropas y suministros. Además, España proporcionó ayuda médica a los soldados heridos.

España se declaró neutral en la Primera Guerra Mundial el 7 de Agosto de 1914, anunciándolo en la Gaceta de Madrid. Durante la guerra, España mantuvo una postura de neutralidad, no envío tropas a los campos de batalla, pero sí sufrió las consecuencias de la misma.
El gobierno español tuvo que trabajar para mantener la neutralidad, y se opuso a las actividades de los beligerantes en su territorio. También se vio afectada por la falta de suministros y la crisis económica, que fue agravada por la guerra. Además, hubo una movilización cultural durante la guerra, con obras literarias y cinematográficas que reflejaban el conflicto.