La Guerra de las Favelas. Es un fenómeno que se ha visto en Brasil, específicamente en las zonas urbanas de Río de Janeiro. Alude a tensos enfrentamientos entre bandas criminales que operan en barrios marginales o favelas de la ciudad.
Te lleva directamente a la primera línea del conflicto entre la policía brasileña y los narcotraficantes a través de imágenes convincentes y relatos personales de quienes están en ambos lados del problema. Cada año se producen en todo el país 60.000 homicidios y, en promedio, muere un policía cada dos días. Entre las historias se insertan entrevistas con jueces, periodistas, residentes de favelas e historiadores. Consideran el impacto de la desigualdad social y el legado de la esclavitud, así como las políticas de seguridad pública de Brasil durante las tres décadas anteriores.
Brasil experimenta más de 60.000 homicidios al año. En promedio, un policía muere cada dos días, y la gran mayoría de las víctimas son hombres negros empobrecidos de las favelas.
Son áreas empobrecidas y superpobladas donde la ausencia de servicios esenciales, la marginación y la pobreza extrema han fomentado el crimen y el tráfico de drogas. Para establecer sus actividades ilegales, organizaciones criminales conocidas como «Comandos», «Facción» o «Bandidos» se disputan el control de estas áreas.
Entre otros crímenes violentos, se caracterizan por tiroteos, asesinatos, extorsiones y secuestros. Debido a la posibilidad de que tiroteos y otros actos de violencia se extiendan a otras áreas, estos conflictos no sólo tienen un impacto en quienes viven en las favelas sino también en la población en general de la ciudad.
El Estado brasileño ha intentado en numerosas ocasiones tomar el control de las favelas y desarticular las organizaciones criminales. Sin embargo, estas iniciativas han sido desafiantes debido al terreno difícil, las trágicas muertes de personas inocentes y el tamaño de estas.
Además, se han documentado casos de abuso policial durante operativos para pacificar estas zonas, lo que ha generado críticas por la presunta violación de los derechos humanos.
Es un problema difícil de resolver porque exige abordar las causas de la desigualdad social y la falta de oportunidades que han resultado en la marginación de estas comunidades. Para abordar este problema, es necesaria una estrategia integral que incorpore políticas de desarrollo social y económico además de medidas de seguridad.